La UNAC es un campus biodiverso
¡Bienvenid@ al bio campus conoce la maravillosa diversidad de la vida en el corazón de nuestro campus de la Corporación Universitaria Adventista UNAC! En esta sección, te invitamos a explorar un mundo fascinante donde la naturaleza cobra vida. Nuestras extensas hectáreas no solo son el hogar del conocimiento y la educación, sino también de una riqueza natural que nos rodea.
Sumérgete en la majestuosidad de la flora y fauna que prospera en nuestro entorno. Aquí, nos enfocaremos en una de las joyas más preciadas de nuestro campus: las aves. Descubre la asombrosa variedad de aves que han hecho de nuestras áreas verdes su hábitat, desde las coloridas aves cantoras hasta las majestuosas aves rapaces que surcan nuestros cielos.
Fauna y flora
de nuestro bio campus
Gavilán caminero
Rupornis magnirostris
Accipitridae
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Esta familia cosmopolita está compuesta por una gran diversidad de aves rapaces diurnas de pequeño y gran tamaño, con picos ganchudos y patas fuertes, ceras carnosas, garras afiladas y curvas, excelente visión y alas anchas. Habitan en todas las regiones del planeta con excepción de la Antártica. Se encuentran distribuidos en todo tipo de hábitats: bosques, humedales, desiertos, tundras, alta montaña e inclusive en áreas urbanas y suburbanas. Existen en el mundo 237 especies, 64 géneros y 535 taxones. La familia Accipitridae es la más numerosa de las Falconiformes y de las familias de aves existentes en el planeta (Brown y Amadon 1968, Márquez et al. 2005).
El gavilán caminero es un ave bastante común en la mayoría de hábitats tropicales a subtropicales de tierras bajas. En Colombia es el gavilán más común de todos, presenta poblaciones suburbanas y ha sido reportado tanto en bosques secos como húmedos, generalmente se le encuentra perchado, ya sea en silencio o realizando su vocalización típica, la cual emite también cuando se remonta en el aire siguiendo generalmente las corrientes ascendentes de aire. Esta especie es generalista en sus hábitos alimenticios: 81% insectos (principalmente ortópteros), 25% anfibios, 12% roedores, y 12% misceláneos incluyendo peces (del Hoyo et al. 1994, Márquez et al. 2005).
Piranga rubra
Cardinalidae
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Esta familia incluye uno de los grupos de aves más hermosos de las Américas cuya distribución está centrada en Mesoamérica y su área de mayor diversidad se extiende desde el suroccidente de Estados Unidos hasta el norte de Suramérica y el occidente de los Andes. Las especies de esta familia se caracterizan por presentar cuerpos de tamaño pequeño a mediano (11-24 cm), pico cónico y grande y colas relativamente cortas. Los machos presentan coloraciones brillantes mientras que las hembras usualmente son más pálidas. Ocupan una gran variedad de hábitats, desde bosques lluviosos de la Amazonía, bosques de los Andes, matorrales semiáridos, bosques de zonas templadas y sabanas. En la actualidad se reconocen 11 géneros y 42 especies dentro de esta familia, ninguna de las cuales se encuentra en estado de amenaza (Universidad Icesi, en línea).
Dentro del género Piranga, P. rubra es la más común (Ayerbe 2018) se distribuye hasta 2700 msnm en todo el país habitando bosques secundarios, zonas de borde y abiertas, zonas urbanas (plantaciones, cercos vivos, parques con árboles dispersos y jardines) (Avibase 2014, Botero et al. 2012). Dentro de sus preferencias alimenticias se ha reportado que comen principalmente artrópodos como abejas, avispas, escarabajo, hormigas, arañas, orugas y libélulas, aunque también se pueden alimentar en menor proporción de frutos (Arango 2014).
Buitre | Gallinazo
Coragyps atratus
Cathartidae
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Conocidos como los buitres del nuevo mundo, esta familia está compuesta por cinco géneros, y siete especies muy similares entre sí. Algunas de las características compartidas entre especies incluyen garras no prensiles, narinas sin divisiones internas (es posible ver a través de ellas de un lado a otro), alas largas y anchas, cabezas y cuellos desnudos y se alimentan de carroña principalmente. Específicamente, el género Coragyps, son buitres relativamente pequeños de proporciones rechonchas. Alas muy anchas y medianas, cola corta. De coloración general negra, cabeza desnuda con pliegues y arrugas, patas relativamente largas, garras no prensiles. Existe una especie viviente y otra fósil. Se encuentra distribuido en el nuevo mundo desde Estados Unidos hasta Argentina (Brown y Amadon 1968, Márquez et al. 2005).
El gallinazo Coragys atratus es una especie común y localmente abundante en toda Colombia, generalmente asociada a áreas abiertas y semiabiertas siendo más numerosa en los alrededores de las ciudades principalmente en basureros o rellenos sanitarios o en ocasiones en los bordes de carreteras en donde se arrojan basuras. Es poco común en áreas de bosques primarios y poco fragmentados.
Suele competir por alimento con Cathartes aura y puede llegar a matar o herir a animales jóvenes e indefensos. Esta especie es totalmente dependiente de la formación de corrientes termales para poder ascender a alturas desde donde puede detectar visualmente animales muertos e inclusive basura para luego descender rápidamente y controlar su aterrizaje abriendo súbitamente sus alas. Es un ave gregaria y sociable que comparte dormideros comunales en una gran diversidad de sitios en donde pueden ser observados tomando el sol con las alas abiertas bajo los primeros rayos del sol (Grossman y Hamlet 1964, Brown y Amadon 1968).
Avefría
Vanellus chilensis
Charadriidae
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Las avefrías, como las llaman, son forrajeadores visuales obligados, lo cual significa que capturan sus presas en los límites de las capas de sustratos, comiendo pequeños invertebrados de la superficie o de cobertura vegetal baja (Piersma y Wiersma 1996, Lok y Subaraj 2009).
El alcaraván Vanellus chilensis es un ave ubicua que comparte características de especies acuáticas y terrestres estrictas, y que presenta además ciertos aspectos etológicos muy peculiares como el ser altamente agresiva si su nidada está en peligro; el poseer un variado repertorio de vocalizaciones, tener ritmos de actividad diurnos, etc. Vive y anida sobre el suelo en áreas abiertas y se ha acostumbrado a las áreas urbanas (Sick 1997). Los reproductores a menudo usan el mismo territorio por temporadas reproductivas sucesivas, además tienen una nidada cooperativa (Cerboncini et al. 2015).
Torcaza
Zenaida auriculata
Columbidae
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La familia Columbidae integra a 304 especies a nivel mundial (Walker 2007). A pesar de que los colúmbidos constituyen una familia diversa de amplia distribución, cuya importancia ecológica en la depredación y dispersión de semillas es considerable, existen comparativamente pocos estudios para esta familia en el Neotrópico (Monterrubio et al. 2016). Muchas de las especies de esta familia se encuentran en la ciudad donde viven en edificios y lugares apropiados en los ventanales. Poseen músculos vigorosos en sus alas lo que les permite volar ágilmente y pueden vivir entre los 5 y 21 años.
Las tórtolas Zenaida auriculata (torcaza caminera) son monógamas con reproducción continua durante el año, en función del alimento disponible, con cuatro a cinco posturas anuales, presentan cuidado biparental y con una madurez sexual entre seis y ocho meses de edad. Su regulación poblacional depende de la disponibilidad de alimento. Tienen hábitos gregarios, constituyendo grupos de cientos de individuos y viajando entre 50-100km diarios, distancia promedio entre los dormideros y los sitios de alimentación (Pucha 2014, Maldonado 2018). Esta torcaza presenta características típicas de especies oportunistas, como la capacidad de nidificar en una gran variedad de sitios, de manera colonial y con alta movilidad (Bucher 2016, Dardanelli et al. 2016).
La tortolita rojiza Columbina (C. talpacoti) es común en gran parte del territorio colombiano, usualmente asociada a terrenos abiertos y secos, campos, prados y áreas urbanas. En promedio miden 16,5 cm de longitud y presentan pico negro; los machos son principalmente café canela oscuro, con el vientre más claro y coronilla gris; las hembras son más opacas, sobre todo ventralmente y el dorso es café rojizo (Skutch 1956, Hilty & Brown 1986).
Guacharaca
Ortalis columbiana
Cracidae
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Los miembros de Cracidae constituyen una parte sustancial de la biomasa aviar en las comunidades de aves neotropicales (Terborgh 1986). Los crácidos son un elemento muy importante para el mantenimiento de las comunidades vegetales debido que a menudo defecan semillas intactas (Erard y Sabatier 1994) y se mueven en un amplio rango mientras forrajean (Terborgh 1986). En muchas áreas de Latinoamérica sus poblaciones están declinando, siendo la caza de subsistencia una importante causa de esto, además de la destrucción de su hábitat (Strahl y Grajal 1991, Begazo y Bodmer 1998). Un gran número de especies de esta familia se encuentran en listas rojas de especies amenazadas (Collar et al. 1992, Brooks y Strahl 2000), convirtiendo a esta familia en una de las más amenazadas en el Neotrópico. Los crácidos pueden ser considerados como indicadores clave para el manejo y preservación de los ecosistemas (Pereira et al. 2002).
La guacharaca Ortalis columbiana, es una especie endémica y una de las más carismáticas de Colombia, donde habita en los bosques del norte, centro y oeste del país. Es una especie observada con frecuencia en la ciudad de Medellín y sus alrededores, siendo una de las especies más representativas en el Valle de Aburrá. Presenta una distribución reducida debido a que sus poblaciones han sido limitadas fuertemente, como resultado de la fragmentación y perdida de zonas boscosas; las poblaciones restantes se encuentran restringidas a los parches fragmentados de selvas húmedas, bosques y matorrales entre altitudes desde 100 a 2500 msnm. Se alimentan principalmente de frutos con semillas que ayudan a dispersar (Delgado 2010).
Garrapatero aní
Crotophaga ani
Cuculidae
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Los cucos son mejor conocidos por tener hábitos reproductivos de parasitismo obligado, donde la hembra deposita sus huevos en el nido de una especie hospedera y por lo tanto, delega la responsabilidad del cuidado parental. Sin embargo, dentro de la familia algunas especies son parásitas facultativas y otras tantas son especies no-parásitas (Wyllie 1981). La familia tiene una distribución global ocupando casi todos los biomas templados y tropicales. Algunos cucos son predominantemente terrestres forrajeando y formando nidos cerca o sobre el suelo, sin embargo, la mayoría de especies son arbóreas (Rowan 1983). Tienen un amplio rango de hábitos alimenticios variando en grados de herbivoría y carnivoría (Hughes 1996).
El garrapatero Crotophaga ani, coopera para construir un solo nido en el cual todas las hembras depositan sus huevos (Quinn et al. 1994, Vehrencamp y Quinn 2004). La mayoría de los miembros del grupo participan en la construcción, defensa del territorio, cuidado parental e incubación. Las hembras dentro de cada grupo compiten por reproducirse sincronizando sus puestas y sacando los huevos de otras hembras del nido comunal (Vehrencamp y Quinn 2004). C. ani es entonces una especie comunal facultativa, reproduciéndose en grupos que puede ser una sola pareja, múltiples parejas monógamas o múltiples parejas con un número variable de ayudantes que no se reproducen (Bowen et al. 1989, Riehl y Jara 2009).
El cuco ardilla Piaya cayana habita en el dosel y bordes de bosque. Corre por las ramas y generalmente vuela a cortas distancias. Su nido es una taza de hojas, construido en una rama de un árbol, oculta en la vegetación densa. Se alimenta de insectos grandes, como cigarras o chicharras, avispas y orugas y ocasionalmente arácnidos, lagartijas y algunas frutas. Toma sus presas de las ramas de los árboles y algunas, como las avispas, en vuelo. A veces busca alimento junto con otras especies de aves (birdscolombia.com).
Pigua
Milvago chimachima
Falconidae
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La familia Falconidae incluye unas 60 especies en 23 géneros, que van desde los caracaras y halcones de bosque neotropicales hasta el diverso grupo Falco que contiene 38 especies y se encuentra distribuido a nivel mundial. Esta familia es muy heterogénea, y en apariencia está cercanamente relacionada con los gavilanes (Accipitridae), los huevos son bastante similares, como lo es la secuencia de muda del plumaje de inmaduros a adultos, el dimorfismo sexual y muchos aspectos de sus hábitos generales. Los Falconidae (o al menos los halcones típicos del género Falco) difieren de Accipitridae y se parecen a los búhos (Strigidae), en los siguientes aspectos: ausencia de instintos para construir nidos (en todos excepto los caracaras); dan muerte a sus presas picando y cercenando las vértebras del cuello, sujetando la comida en una garra. Por otro lado, los halcones difieren de los gavilanes y águilas por tener un «diente» o muesca en la mandíbula superior (Márquez et al. 2005).
El género Milvago está compuesto por dos especies Milvago chimachima del norte de Suramérica y M. chimango, de la región austral de este continente; se caracterizan por especies más bien pequeñas, no especializadas y de estructura corporal ligera. Alas normalmente largas, romas; cola redondeada. Pico con muescas o «dientes». Ceras cortas, anillos orbitales desnudos. Piernas livianas; garras afiladas y curvadas. Cabeza sin amplias zonas desnudas, los juveniles en M. Chimachima mucho más barrados que los adultos y hay una pequeña diferencia en cuanto a talla entre los sexos (Márquez et al. 2005).
La pigua (Milvago chimachima) se encuentra en campos abiertos con árboles dispersos, haciendas, potreros, sabanas con palmas, bordes de bosque y a lo largo de los ríos, registrado hasta los 1800 m en Colombia. Es una especie omnívora que se alimenta de carroña, desde pequeños animales atropellados en carreteras hasta cocodrilos muertos; insectos, incluyendo algunas orugas grandes las cuales toma de los árboles; ranas y sapos; peces; cangrejos de las playas, nidadas de aves, frutos de palma de aceite, granos de maíz y estiércol de caballo. Algunas veces camina sobre el piso. Se posa sobre el ganado para arrancarles las garrapatas (del Hoyo et al. 1994, Márquez et al. 2005).
Tangará Cabeza Celeste
Euphonia cyanocephala
Fringillidae
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Suelen poseer un fuerte pico, generalmente cónico, que en algunas especies puede ser de considerable longitud. Tienen un modo de volar característico, basado en ondulaciones. Suelen anidar en árboles, por lo que son más comunes en bosques.
La eufonia cabeciazul Euphonia cyanocephala, habita en regiones de bosque montano húmedo en donde utiliza bordes de bosque, bosques en crecimiento secundario, áreas abiertas y plantaciones de café con buena cobertura de vegetación de sombrío. Es un ave principalmente frugívora. Es un ave bastante silenciosa que con frecuencia se le observa en parejas o grupos de 3 a 8 individuos (Arango 2016).
Fotografía de: Juan José Arango Escobar. M.D.
Golodrina
Pygochelidon cyanoleuca
Hirundinidae
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Las golondrinas vuelan constantemente sobre áreas abiertas, usando perchas expuestas. Son insectívoras y anidan en cavidades en barrancos o bajo tejados, su nido es una taza hecha generalmente con paja (Ayerbe 2018).
Dos especies de esta familia fueron reportadas para la UNAC, la primera de ellas Stelgidopterix ruficollis, avistada en una sola ocasión perchada en el punto 10, mientras que la golondrina blanquiazul (Pygochelidon cyanoleuca), bastante común en la ciudad y avistada en casi toda el área de la universidad casi siempre volando en grupo (Figura 15).
Miembros de S. ruficollis se alimentan solos o en grupos pequeños volando a mediana altura sobre la tierra o el agua. Su vuelo usualmente es directo con aletazos lentos y deliberados. Comúnmente se le observa perchado en cables o en ramas altas desnudas.
P. cyanoleuca es una pequeña ave frecuentemente observada en ambientes urbanos y agrícolas (Schulenberg et al. 2007), cuya dieta consiste principalmente de pequeños insectos que caza al vuelo durante el día, retirándose al finalizar la tarde a dormideros que pueden ser estructuras naturales como grietas y madrigueras o artificiales como tejados, postes, rendijas en paredes, entre otros (Turner y Rose 1989, Ortiz 2012).
