Mi nombre es Gabriel Torres Tafur nací en la cuidad de Ibagué Tolima en un hogar donde mis padres sin tener el conocimiento acerca de la Iglesia Adventista siempre me infundieron ese temor de Dios y que hoy gracias a los planes trazados por Dios puedo contarles una fracción de mi vida.
Era el año 2006 cuando terminaba mis estudios de bachillerato en el colegio INEM de Ibagué graduándome como bachiller comercial y con unas pocas bases de contabilidad pero aun joven confundido e inexperto en tomar una sabia decisión por la cual optaría mi carrera profesional; se venían a mi cabeza varías opciones para estudiar carreras como administración de empresas, economía o teología teniendo ese primer amor por conocer más de Dios ya que en ese tiempo llevaba poco de bautizado.
UNAC el lugar para el desarrollo profesional en Contaduría Pública
Al fin y después de un año de reflexión buscando una orientación y oportunidades en universidades públicas de mi región y no obtener un buen resultado se me presenta la oportunidad de conocer la linda y mágica ciudad de Medellín, donde solo puedo agradecer a la gran familia de Diego y Andrea Piña que me acogió por casi un mes en su hogar para vivir y buscar una oportunidad en la UNAC de obtener un plan de labor educativa, pero que al final, no se pudo conseguir dado que esos no eran los planes de Dios.
Para el año 2007 llego a Medellín a inscribirme al programa de contaduría pública con muchos sueños y expectativas para mi vida, cuento con la gran bendición en ese momento de trabajar en el grupo ICOLPAN en el área de leche de soya donde el trabajo era parte de ayuda para solventar mis gastos de estadía en esta nueva cuidad, al pasar dos años se muestra una nueva oportunidad para trabajar en el departamento contable de esta misma industria donde pude afianzar mis conocimiento adquiridos en la academia y de esta manera experimentar más del mundo contable.
Pasado dos años más, una oportunidad de trabajo me es posible en una empresa del sector encargada de las telecomunicaciones donde ejerzo como auxiliar contable y de nómina con el fin de crecer profesionalmente, para el año 2012 llega un momento anhelado puesto que consigo mi título como contador público y a su vez, con muchos deseos de ejercer mi profesión a su máxima expresión.
¡Dios tiene sorpresas!
Durante mi vida profesional aporté mis conocimientos en una empresa del sector de comidas rápidas Burger King como Analista contable, momentos que fueron fundamentales en mi vida puesto que en mi paso por esta gran empresa conozco a quien acompaña mis días de felicidad y llena mi corazón de alegría mi amada esposa Lizeht Castillo. Ella también es egresada de nuestra alma mater, lo que añade un lazo especial a nuestra relación. Es increíble cómo el destino, guiado por la mano de Dios, ha entrelazado nuestros caminos.
Como testimonio de nuestro amor, en el año 2017 nació nuestro querido hijo, Joshua y a partir de este momento todo tiene un antes y un después en nuestras vidas, pues a partir de este momento Dios vuelve a sorprenderme con su gran amor, para el año 2018 surge una nueva experiencia laboral aceptando el llamado de Dios para trabajar en una gran industria de nuestra universidad “VITARRICO” a la cual debo mucho pues cuento con la oportunidad de ser contador de esta industria por un periodo de 4 años aproximadamente, siendo para mí un paso enriquecedor tanto espiritual y profesionalmente por que más que conocimientos aporto a mi vida una dependencia total de DIOS.
Con el fin de cerrar ciclos y comenzar unos nuevos que fortalecieran mi vida profesional opto por buscar oportunidades en las empresas del sector ubicándome en donde ahora me desempeño como Líder Contable en el Grupo El Colombiano donde allí no solo he podido mostrar mi experiencia profesional si no que he podido mostrar a otros esos valores que nuestra querida UNAC forma en cada uno de los profesionales mostrando a mis compañeros el amor de Cristo.
Hoy puedo decir que mi paso por la universidad ha sido lo más enriquecedor ya que no solo se forman personas capaces de resolver problemas específicos para un área como tal, si no se forman personas integras en conocimiento y valores, dispuesto a suplir a una sociedad que necesita de nuestro conocimiento técnico, pero mucho más de nuestro conocimiento espiritual.
¡Gracias a la UNAC porque por medio de ella aprendí grandes lecciones para mi vida en todos los aspectos de mi vida y de las cuales puedo decir solo GRACIAS!!
Gabriel Torres