Deseo comenzar este artículo agradeciendo a Angie Gallego quien me invitó a compartir en el Boletín de Egresados de la Universidad Adventista mi experiencia profesional en la carrera de enfermería. Me alegra muchísimo que podamos contar con espacio institucional para conocer sobre los logros y aprendizajes de los exalumnos de la UNAC.
Mi nombre es Juliana Rendón, nací en un pequeño pueblo del suroeste de Antioquia, crecí entre los verdes de las montañas y un hermoso cielo azul surcado de cometas de colores. A los 17 años terminé el colegio y decidí irme a vivir a Medellín para iniciar mis estudios como Auxiliar de Enfermería, en ese momento ya intuía que esta no sería solo una profesión para mí sino una forma de vivir y habitar el mundo. Entre los años 2008 -2009 hice mi técnica en Auxiliar de Enfermería y una vez terminé mis prácticas me quedé trabajando por 8 años en un servicio de urgencias de la misma ciudad.
Mi decisión por la enfermería
Mientras trabajaba, decidí que la Enfermería sería mi camino e ingresé a la UNAC en 2012 y me gradué en el año 2017. Allí tuve la oportunidad de contar con compañeras de estudio que hoy son mis amigas, así como con profesores de excelente calidad humana, siempre prestos ayudar, a explicar y entregar de manera pedagógica todos sus conocimientos.
El 2017 fue un año decisivo en mi vida, no sólo me convertí en Enfermera, también me casé con un hombre maravillo, nos convertimos en padres y decidimos como familia establecernos en un nuevo país. Agradecida por todas las oportunidades, conocimientos y experiencia adquirida en Colombia, comencé un nuevo camino en Madison-Wisconsin, llegué a esta ciudad en un invierno fuerte y desconocido para mí, pero con el fuego y los anhelos intactos en mi corazón. Paso a paso fui cumpliendo cada una de las metas que me ponía: aprender el idioma, crear lazos de solidaridad y amistad en una tierra nueva, darme la oportunidad de conocer la cultura, las personas, la comida, los lugares y las potencialidades de la enfermería en este país.
En el año 2020 recibí mi licencia como Enfermera Registrada, en ese momento encontré que había muchos profesionales de la salud interesados en inmigrar, incluso en el camino me encontré con enfermeras colombianas, que viven en Estados Unidos y no tenían conocimiento de cómo realizar el proceso de homologación y de ahí nació la idea de convertirme también en Consultora para profesionales de enfermería que sueñen con homologar su título en los Estados Unidos, ahora tengo mi propia empresa My RN License (@myrnlicense) en donde realizo asesoría para profesionales de diversos países del mundo.
Aquí en Wisconsin he tenido la oportunidad de trabajar en una clínica gratis, en donde actualmente continúo siendo voluntaria, también laboré en una Unidad Cardiovascular y hoy en día soy RN en una Unidad de Cuidado Crítico y ando trabajando para cumplir mi próximo sueño: hacer un doctorado en anestesiología.
Soy una convencida de que la enfermería más que una profesión, es una vocación, un estilo de vida, una labor que se hace con el corazón. La enfermería llegó a mi vida para mostrarme la fragilidad del ser humano en todas las etapas de la vida, pero también la resiliencia y fuerza de las personas para lograr superar una condición de enfermedad.
Sueño con profesionales felices y empoderados en su profesión. Sueño con la enfermería como una profesión visible e indispensable en mi país, y para que esto sea posible es indispensable seguir contando con instituciones como la Corporación Universitaria Adventista que proporcionan una excelente educación. Gracias a la UNAC hoy puedo decir que recibí una excelente formación técnica, personal y espiritual y además tuve la oportunidad de conocer la enfermería en Brasil y con este intercambio realizado en 2016 empecé a soñar con vivir la enfermería en otro país.
«La enfermería me ha cambiado la forma de ver la vida.»
Juliana Rendón